Dark Souls 3
Dark Souls III – El ocaso de las llamas
Dark Souls III, lanzado en 2016, es el capítulo final de la saga Souls de FromSoftware. Bajo la dirección de Hidetaka Miyazaki, combina lo mejor de sus predecesores con nuevas ideas, ofreciendo una experiencia intensa, pulida y profundamente atmosférica. Es el cierre perfecto de una trilogía legendaria.
Un mundo en decadencia: Lothric
El juego nos sitúa en el reino de Lothric, un lugar donde el ciclo de fuego y oscuridad está al borde del colapso. El jugador asume el rol del Sin Luz, un no muerto destinado a devolver a los Señores de la Ceniza a sus tronos y decidir el futuro de la llama. La narrativa sigue siendo críptica, rica en simbolismo, y requiere exploración para desentrañarla.
Jugabilidad refinada
Dark Souls III toma la agilidad de Bloodborne y la combina con la profundidad de los Souls clásicos. El resultado es un sistema de combate dinámico pero técnico:
- Movimientos más rápidos, sin perder el peso característico de la saga.
- Habilidades de arma (weapon arts) que ofrecen ataques especiales únicos según el arma equipada.
- Barra de maná (FP): Usada tanto para hechizos como para técnicas especiales.
Diseño de niveles interconectado
Aunque no tan entrelazado como en Dark Souls I, los escenarios de Dark Souls III presentan conexiones inteligentes y una atmósfera densa. Desde castillos en ruinas hasta pantanos venenosos y catedrales góticas, cada zona cuenta con una estética poderosa y enemigos memorables.
Jefes y momentos inolvidables
El juego cuenta con algunos de los jefes más emblemáticos de la franquicia, tanto por diseño como por música y dificultad:
- Campeón Gundyr
- El Rey Sin Nombre
- Lorian y Lothric
- Soul of Cinder
A esto se suman dos expansiones que amplían y enriquecen el universo:
- Ashes of Ariandel – Un mundo helado y una prueba de supervivencia brutal.
- The Ringed City – Una conclusión épica que conecta el pasado y el futuro del mundo Souls.

Lo mejor y lo peor de Dark Souls III
Lo mejor
- Combate fluido, equilibrado y desafiante.
- Diseño visual impresionante, especialmente en las zonas finales.
- Banda sonora épica y atmosférica.
- Amplia variedad de builds y armas.
- Gran conclusión narrativa y emocional para los fans.
Lo peor
- Algunas zonas pueden sentirse más lineales.
- El PvP puede desequilibrarse dependiendo del meta.
- Menor sorpresa para quienes ya jugaron Dark Souls I y Bloodborne.
Conclusión
Dark Souls III es una obra maestra que cierra con maestría una de las trilogías más influyentes de los videojuegos. Su equilibrio entre homenaje y evolución lo convierte en un título imprescindible tanto para veteranos como para nuevos jugadores. Una despedida a la altura del mito.
“Las cenizas nos hablan de lo que fuimos, y del fuego que aún arde en lo profundo.”
¿Qué final elegiste en tu aventura por Lothric? ¿Te enfrentaste al Rey Sin Nombre? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios!
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